domingo, 9 de febrero de 2014

A día de hoy habría que replantearse la forma de dar clase ya que hoy en día no existe ninguna motivación, ni el mínimo interés por parte de los alumnos en aprender.
Si fuera profesora, lo primero que haría sería inculcar a mis alumnos una motivación, ya que esto les incitaría interiormente a iniciar una acción y a continuarla; para ello les transmitiría mi afición por mi asignatura y el interés que tengo hacia ella, porque si tú ves a un profesor entregado con sus alumnos, los alumnos de alguna manera se entregarán más al profesor.
A muchos de nosotros como estudiantes nos gustaría que los profesores nos escucharan más a la hora de poner los exámenes, y  que si nos ha parecido muy difícil para el próximo no lo pongan tan difícil; por esa misma razón yo a mis alumnos les escucharía, así de alguna manera les motivaría y de esta manera si les ayudo en los exámenes (eso sí, tampoco sin regalar nada y manteniendo los principios de un profesor) tendrán una incitación por aprender.
También, para que memorizaran y aprendieran mejor las cosas, al enseñarle la materia les pondría ejemplos que estén relacionados con el día a día o con cosas de nuestro entorno, ya que de esta manera lo recordarían mejor. Otra manera sería poniéndoles diapositivas y películas, así se les harían las clases más amenas y aprenderían los conocimientos pero de forma didáctica y las recordarían mejor.
Así de una manera o de otra, intentaría conseguir que todos mis alumnos quieran aprender, y disfruten haciéndolo, ya que todo lo que hagan ahora les servirá para su futuro y ser alguien en la vida.